Para epitafios, uno de Amado Nervo...¡por favor!


El día que me quieras

(Amado Nervo)

El día que me quieras tendrá más luz que junio; la noche que me quieras será de plenilunio, con notas de Beethoven vibrando en cada rayo sus inefables cosas, y habrá juntas más rosas que en todo el mes de mayo. Las fuentes cristalinas irán por las laderas saltando cristalinas el día que me quieras. El día que me quieras, los sotos escondidos resonarán arpegios nunca jamás oídos. Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras. Cogidas de la mano cual rubias hermanitas, luciendo golas cándidas, irán las margaritas por montes y praderas, delante de tus pasos, el día que me quieras... Y si deshojas una, te dirá su inocente postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente! Al reventar el alba del día que me quieras, tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras, y en el estanque, nido de gérmenes ignotos, florecerán las místicas corolas de los lotos. El día que me quieras será cada celaje ala maravillosa; cada arrebol, miraje de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar, cada árbol una lira, cada monte un altar. El día que me quieras, para nosotros dos cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.

http://www.youtube.com/watch?v=RmXCVOmOCPU

====//====//====//====//====

Cuando ya la muerte me alcance, quisiera tener el privilegio de que en el lugar donde reposen mis restos mortales escribieran el siguiente epitafio
(Amado Nervo) Artifex vitae artifex sui
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales coseché siempre rosas. ... Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Comentarios